LA ILUSIÓN DE ESTA TEMPORADA: EL RESURGIR DE LA PANTERA

El Atleti Femenino comenzó la pretemporada la semana pasada. El verano es época de fichajes, de altas y de bajas. El Atleti ha realizado hasta el momento numerosas incorporaciones con una mezcla entre jugadoras expertas con cierta veteranía y otras futbolistas muy jóvenes con un futuro que se antoja prometedor. Poco a poco se acerca el inicio de la primera Liga profesional femenina y, a buen seguro,  todos los aficionados atléticos están deseando ver la evolución de todos esos fichajes que se han producido y de los que, tal vez, aún están por llegar.

Yo también estoy deseando que empiece la competición, pero no tanto por ver en acción a las nuevas jugadoras, sino por contemplar el resurgir de quien, a mi juicio, es el estandarte del conjunto femenino: Ludmila da Silva. 
Ludmila es una futbolista única y especial. La brasileña es capaz de levantar al espectador de su asiento con una carrera vertiginosa, con un regate increíble, con una asistencia maravillosa o con un gol decisivo. Pero no es únicamente eso lo que admiro de ella, sino su carácter luchador, su entrega, su espíritu combativo, su implicación por defender la camiseta y el escudo del Atleti. Ludmila no nació en Madrid y no procede de la cantera ni de la Academia rojiblancas, pero no le hace falta. Cuando la ves jugar, te das cuenta de que es el reflejo sobre el campo de los valores que transmite el club y eso es algo que no está al alcance de cualquiera. Eso le sale a uno o a una de dentro porque lleva el escudo del equipo no solamente en la camiseta, sino integrado ya en el corazón. 


La temporada pasada no fue buena para Ludmila. Ella misma reconoció que fue la peor de toda su carrera, la más dura y difícil. Al margen de cuestiones que se le escapan al aficionado, creo que se debió en parte a que no pudo realizar la pretemporada con el equipo debido a su participación en los Juegos Olímpicos y al posterior y merecido descanso. Una pretemporada, además, que estaba siendo dirigida por un nuevo entrenador. 

Para mí resultó doloroso e incomprensible ver a la brasileña sentada en el banquillo en muchos encuentros y jugando, en el mejor de los casos, los 15 o 20 últimos minutos de esos partidos, en algunos de los cuales el equipo iba por debajo en el marcador. Critiqué mucho al entrenador la pasada temporada por todas las decisiones extrañas que estaba tomando, entre ellas la de relegar con frecuencia a Ludmila al banquillo. 

Afortunadamente, la temporada pasada ya terminó y se aproxima una nueva. Aunque, lamentablemente, el entrenador seguirá siendo el mismo, estoy convencido de que Ludmila será capaz de darle la vuelta a la situación y de ganarse esa titularidad que jamás debió perder en el Atleti y que le permitirá regresar de nuevo a las convocatorias con su selección. Ella es una guerrera, una luchadora nata y no se va a rendir ni a agachar nunca la cabeza. 
Volveremos a ver a la Ludmila capaz de meter 4 goles en un partido, a la Ludmila capaz de tumbar ella sola con dos goles a todo un F. C. Barcelona en una semifinal de la Copa de la Reina, a una Ludmila que levantará otra vez al aficionado rojiblanco de su asiento con sus jugadas, a una Ludmila que seguirá escribiendo la historia del Atleti Femenino y que me obligará a escribir una segunda parte de su libro. 

Sé que la “pantera" resurgirá y volverá a rugir con la fiereza que la caracteriza. Porque a las buenas personas el fútbol siempre les tiene reservado un lugar especial. 

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